Compré el lavavajillas Zanussi ZDF-3016 X porque me pareció moderno su diseño y también porque necesitaba uno nuevo. Mi viejo lavavajillas me estaba saliendo muy caro con tanta reparación que necesitaba.
El lavavajillas Zanussi ZDF-3016 X es de acero inoxidable y no le quedan las marcas de los dedos, cosa que yo valoro mucho. Detesto los electrodomésticos a los que siempre hay que estar pasando una bayeta para quitarles las huellas de los dedos.
Cuenta con display digital, con luces LED de color rojo. Resulta fácil de usar, sobre todo cuando le has cogido el truquillo y se le coge pronto porque su funcionamiento es bastante intuitivo. Tiene un mando giratorio para poder seleccionar el programa de lavado que queremos usar y una vez hecha esta selección ya va solo.
Su eficiencia energética es A+. Consume unos trece litros de agua por ciclo y 288 Wh por año. No te sale muy caro, pues, en consumo energético y de agua. Una ventaja que yo también tuve muy en cuenta cuando lo compré. Los suministros para el hogar están por las nubes y hay que tratar de ahorrar para llegar a fin de mes dentro de los presupuestos familiares.
Dispone de cinco programas de lavado (Programa Eco, Programa Intensivo, Programa Estándar, Programa de Aclarado) y le puedes seleccionar cuatro temperaturas distintas para así obtener los mejores resultados en el lavado de tus vajillas.
Yo suelo utilizar el programa Eco porque es el que supone un mayor ahorro de agua y energía. Te lava los platos con una temperatura de 50º. Mi marido, en cambio, va al programa rápido. Él lo quiere hacer todo deprisa. De ahí que no siempre le salgan los platos bien lavados. Todo lo contrario hace mi madre. Cuando viene a mi casa me pone el lavavajillas en su programa de lavado intensivo. Me salen las vajillas limpias como los chorros del oro.
De momento este lavavajillas me está dando buen resultado. Cruzo los dedos. En mi casa los lavavajillas pronto se estropean. Afortunadamente, es un lavavajillas que no necesita mucho mantenimiento gracias a su función «Multitab», una función que ajusta la cantidad del detergente de las pastillas multi-beneficio para que no tengamos que añadir más la sal o el abrillantador. Te indica en el display LED cuando le hace falta.
No es muy ruidoso. Tiene una potencia acústica es de 49dB. Podía ser menos ruidoso aún. En ruidos todos os electrodomésticos son bastante mejorables.
Lo que más me gusta de este lavavajillas es que es programable. Enciende él solito gracias a su función de autoencendido. Le programas el arranque automático y cobra vida propia.
Tiene unas medidas estándar de 850 x 600 x 610 mm y una capacidad para 12 cubiertos. Está bien, pues, para darle un uso familiar como le estamos dando nosotros.
En el display nos muestra el tiempo que resta para finalizar el lavado. Es un display multifunción en el que te indica el código de programa, el inicio diferido y el tiempo remanente. El fin del lavado se indica con una alarma sonora. En cuanto al sistema de secado lo hace por condensación.
También me gusta que su cesto superior sea regulable. Así puedo meter las fuentes sin ningún problema. Todo le cabe.
La desventaja que le encuentro es que no tenga un programa de lavado a media carga. No me gusta esperar a llenar el lavavajillas para ponerlo a funcionar.
Otra desventaja es que carece de bloqueo infantil. Hubiera preferido que lo tuviera porque mis hijas tienen unas manos que lo tocan todo. Las tengo más que avisadas, pero ellas van por libre.
En todo caso, os lo recomiendo. Es un buen lavavajillas, sobre todo para personas que no se entienden muy bien con este tipo de electrodomésticos. Te lo indica todo: el tiempo que resta para que finalice el programa, la necesidad de líquido abrillantador o la necesidad de añadir más sal.
El lavavajillas Zanussi ZDF3016X tiene una buena relación calidad precio. A mí me costó 350 euros con la instalación incluida. Lo encuentras a vender en muchas tiendas de electrodomésticos. Yo lo compré en El Corte Inglés.
El lavavajillas Zanussi ZDF-3016 X es de acero inoxidable y no le quedan las marcas de los dedos, cosa que yo valoro mucho. Detesto los electrodomésticos a los que siempre hay que estar pasando una bayeta para quitarles las huellas de los dedos.
Cuenta con display digital, con luces LED de color rojo. Resulta fácil de usar, sobre todo cuando le has cogido el truquillo y se le coge pronto porque su funcionamiento es bastante intuitivo. Tiene un mando giratorio para poder seleccionar el programa de lavado que queremos usar y una vez hecha esta selección ya va solo.
Su eficiencia energética es A+. Consume unos trece litros de agua por ciclo y 288 Wh por año. No te sale muy caro, pues, en consumo energético y de agua. Una ventaja que yo también tuve muy en cuenta cuando lo compré. Los suministros para el hogar están por las nubes y hay que tratar de ahorrar para llegar a fin de mes dentro de los presupuestos familiares.
Dispone de cinco programas de lavado (Programa Eco, Programa Intensivo, Programa Estándar, Programa de Aclarado) y le puedes seleccionar cuatro temperaturas distintas para así obtener los mejores resultados en el lavado de tus vajillas.
Yo suelo utilizar el programa Eco porque es el que supone un mayor ahorro de agua y energía. Te lava los platos con una temperatura de 50º. Mi marido, en cambio, va al programa rápido. Él lo quiere hacer todo deprisa. De ahí que no siempre le salgan los platos bien lavados. Todo lo contrario hace mi madre. Cuando viene a mi casa me pone el lavavajillas en su programa de lavado intensivo. Me salen las vajillas limpias como los chorros del oro.
De momento este lavavajillas me está dando buen resultado. Cruzo los dedos. En mi casa los lavavajillas pronto se estropean. Afortunadamente, es un lavavajillas que no necesita mucho mantenimiento gracias a su función «Multitab», una función que ajusta la cantidad del detergente de las pastillas multi-beneficio para que no tengamos que añadir más la sal o el abrillantador. Te indica en el display LED cuando le hace falta.
No es muy ruidoso. Tiene una potencia acústica es de 49dB. Podía ser menos ruidoso aún. En ruidos todos os electrodomésticos son bastante mejorables.
Lo que más me gusta de este lavavajillas es que es programable. Enciende él solito gracias a su función de autoencendido. Le programas el arranque automático y cobra vida propia.
Tiene unas medidas estándar de 850 x 600 x 610 mm y una capacidad para 12 cubiertos. Está bien, pues, para darle un uso familiar como le estamos dando nosotros.
En el display nos muestra el tiempo que resta para finalizar el lavado. Es un display multifunción en el que te indica el código de programa, el inicio diferido y el tiempo remanente. El fin del lavado se indica con una alarma sonora. En cuanto al sistema de secado lo hace por condensación.
También me gusta que su cesto superior sea regulable. Así puedo meter las fuentes sin ningún problema. Todo le cabe.
La desventaja que le encuentro es que no tenga un programa de lavado a media carga. No me gusta esperar a llenar el lavavajillas para ponerlo a funcionar.
Otra desventaja es que carece de bloqueo infantil. Hubiera preferido que lo tuviera porque mis hijas tienen unas manos que lo tocan todo. Las tengo más que avisadas, pero ellas van por libre.
En todo caso, os lo recomiendo. Es un buen lavavajillas, sobre todo para personas que no se entienden muy bien con este tipo de electrodomésticos. Te lo indica todo: el tiempo que resta para que finalice el programa, la necesidad de líquido abrillantador o la necesidad de añadir más sal.
El lavavajillas Zanussi ZDF3016X tiene una buena relación calidad precio. A mí me costó 350 euros con la instalación incluida. Lo encuentras a vender en muchas tiendas de electrodomésticos. Yo lo compré en El Corte Inglés.