La Clarins Lait Jambes Lourdes es una loción que me va muy bien para aplicar en mis piernas cuando las siento cansadas tras un día de estar siempre sobre los zapatos de tacón. Nada más darme un masaje con esta loción ya siento un alivio inmediato.
Se trata de una leche de color azul que vale para todo tipo de pieles. Mi piel enseguida la absorbe. Tiene un aroma agradable, muy suave, nada intrusivo.
Yo me la aplico dándome un suave masaje hacia arriba y después hacia abajo. Lo hago sin prisas porque esta loción, aunque mi piel la absorbe pronto, la noto un poco pringosa. Por eso me la aplico siempre antes de acostarme. Me la tengo aplicado cuando me levanto con las piernas doloridas, pero los resultados no son los mismos. Me deja las piernas mucho más descansadas si me la aplico antes de acostarme.
Su desventaja es el precio. Pagué por un frasco de 125 ml 37 euros. Una pasta. Por eso sólo me aplico la loción Clarins Lait Jambes Lourdes cuando realmente la necesito. No es una crema que me pueda permitir aplicar a diario. Además el frasco poco me cunde. Debe ser porque una es generosa con las cantidades que se aplica. Mi madre también la utiliza y le dura más el envase. Ella sólo se la pone de rodillas para abajo. Yo, en cambio, me la aplico por todas las piernas; desde los pies hasta la ingle. El descanso de mis piernas es total.
El envase es discreto. Tiene el cuerpo azul cielo y cierra con un tapón blanco. No llama nada la atención.
Se trata de una leche de color azul que vale para todo tipo de pieles. Mi piel enseguida la absorbe. Tiene un aroma agradable, muy suave, nada intrusivo.
Yo me la aplico dándome un suave masaje hacia arriba y después hacia abajo. Lo hago sin prisas porque esta loción, aunque mi piel la absorbe pronto, la noto un poco pringosa. Por eso me la aplico siempre antes de acostarme. Me la tengo aplicado cuando me levanto con las piernas doloridas, pero los resultados no son los mismos. Me deja las piernas mucho más descansadas si me la aplico antes de acostarme.
Su desventaja es el precio. Pagué por un frasco de 125 ml 37 euros. Una pasta. Por eso sólo me aplico la loción Clarins Lait Jambes Lourdes cuando realmente la necesito. No es una crema que me pueda permitir aplicar a diario. Además el frasco poco me cunde. Debe ser porque una es generosa con las cantidades que se aplica. Mi madre también la utiliza y le dura más el envase. Ella sólo se la pone de rodillas para abajo. Yo, en cambio, me la aplico por todas las piernas; desde los pies hasta la ingle. El descanso de mis piernas es total.
El envase es discreto. Tiene el cuerpo azul cielo y cierra con un tapón blanco. No llama nada la atención.
