No esperaba encontrarme con un hotel tan moderno cuando llegamos al Hotel Puerta de Segovia. Es un hotel que está mucho mejor por dentro.
Nuestra habitación era amplia, luminosa, decorada con un estilo moderno. Tenía una cama supletoria que casi era tan grande como las camas de matrimonio que te ponen en algunos hoteles. Teníamos un buen televisor de plasma sobre una especie de escritorio grande.
Todo estaba muy limpio. También el cuarto de baño. Lo que me disgustó fue que no fueran muy generosos con geles y champúes. Te dejaban todo contado hasta el papel higiénico. Yo siempre les pedía más. Mi chico decía que en otras habitaciones eran más generosos y que con nosotros eran más cutres porque estábamos con una oferta del cuarto día gratis.
El personal tenía todo muy limpio, como os he dicho, pero no era nada amable. Parecía que trabajaban a desgana. La camarera de nuestra habitación ponía una cara de horror cuando veía a mis hijas. Una cosa es que no te gusten los niños y otra cosa es que les pongas mala cara. Además no había motivo: mis niñas están muy bien educadas.
Nos tuvieron que hacer un arreglo en el aire acondicionado. Hacía un ruido horrible. Una vez que lo arreglaron, pudimos conciliar el sueño.
Este hotel está cerca del Acueducto de Segovia. Es una buena opción para los turistas.
El desayuno fue un buffet generoso. No había zumos naturales, pero los zumos de cartón abundaban hasta quitarte la sed para toda la semana. Lo mismo puedo decir de la bollería industrial que tanto le gusta a mis hijas. No tuve problemas para que desayunaran.
Nuestra habitación era amplia, luminosa, decorada con un estilo moderno. Tenía una cama supletoria que casi era tan grande como las camas de matrimonio que te ponen en algunos hoteles. Teníamos un buen televisor de plasma sobre una especie de escritorio grande.
Todo estaba muy limpio. También el cuarto de baño. Lo que me disgustó fue que no fueran muy generosos con geles y champúes. Te dejaban todo contado hasta el papel higiénico. Yo siempre les pedía más. Mi chico decía que en otras habitaciones eran más generosos y que con nosotros eran más cutres porque estábamos con una oferta del cuarto día gratis.
El personal tenía todo muy limpio, como os he dicho, pero no era nada amable. Parecía que trabajaban a desgana. La camarera de nuestra habitación ponía una cara de horror cuando veía a mis hijas. Una cosa es que no te gusten los niños y otra cosa es que les pongas mala cara. Además no había motivo: mis niñas están muy bien educadas.
Nos tuvieron que hacer un arreglo en el aire acondicionado. Hacía un ruido horrible. Una vez que lo arreglaron, pudimos conciliar el sueño.
Este hotel está cerca del Acueducto de Segovia. Es una buena opción para los turistas.
El desayuno fue un buffet generoso. No había zumos naturales, pero los zumos de cartón abundaban hasta quitarte la sed para toda la semana. Lo mismo puedo decir de la bollería industrial que tanto le gusta a mis hijas. No tuve problemas para que desayunaran.