Don Pancracio no dimite
de su trabajo de recadero
mientras no cambie de ruta
y siga yendo por la arena
donde las sirenas ríen
bebiendo tinto y cerveza.
En un rincón del hemisferio
Don Pancracio ha encontrado
para él un par de sirenas.
No saben que él las mira,
ni sospechan que las lleva
guardadas en una foto
para verlas cuando quiera.
Mi casa huele a bergamota
-
Cada mañana, me levanto temprano en mi pequeño apartamento de Nueva York y
me preparo para el día que tengo por delante. Antes de salir de casa, me
gusta...
Los amores de Adán y Eva
-
Cuando llego al paraíso
te encuentro distraído
con una nueva fregona
vendida a domicilio.
La que la trajo se fue.
Tú quedaste solo y triste.
Te arrodillas...
Borja Vilaseca: Ama tu soledad (audiolibro)
-
Borja nos cuenta en su libro
que fue un mal ejemplar
de una familia rica
o de mucho aparentar.
Su madre era tan mala
que se marcharon los tres
hermanos muy...